viernes, diciembre 28, 2007

De la brevedad engañosa de la vida, Luis de Góngora

Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta,

que presurosa corre, que secreta
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada sol repetido es un cometa.

¿Confiésalo Cartago y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.

Mal te perdonarán a tí las horas;
las horas, que limando están los días,
los días, que royendo están los años.

miércoles, diciembre 05, 2007

Federico Garcia Lorca


Balada Amarilla


En lo alto de aquel monte
hay un arbolito verde.

Pastor que vas
Pastor que vienes

Olivares soñolientos
bajan al llano caliente.

Pastor que vas
Pastor que vienes

Ni ovejas blancas ni perro
ni cayado ni amor tienes.

Pastor que va

Como una sombra de oro,
en el trigal te disuelves,

pastor que vienes.

miércoles, octubre 24, 2007

Poema de Francesca Gargallo

TU

Primero llegaron el dolor
y tu sonrisa: el atrio de cristal
donde oficiabas sin saberlo
un rito de leche y de luz.
El dolor yo lo creía
más que un estado
el nivel de cualquier estado
un modo de acceder a la afinidad
un acuerdo para abordar la caída del tiempo
y nuestra difícil confusión.
La alegría pudo bordar juegos de pirotecnia
entre los manjares delicados
que gustábamos.
Pero. ¿cómo abandonar el dolor
si para llegar a ti
era preciso excavar
y seguir la más ligera huella
hasta mí?
Descendí
para pedirte que bajaras conmigo.
No sé si comprendiste
tan necesitado de luz como te siento
que te pedía
penetrar la oscuridad
y recuperar la luz
sin ser como la nada que crece
en una llamarada de risas y espuma.
Y vino el ansia de entenderte.
Tu historia caminaba por las calles.
La memoria con toda su fuerza
era incapaz de extenderse hasta el presente
y yo enfrentaba al amigo
que buscó mirarme partir.
Yo como tú al otro costado del Atlántico
me perdí tal vez
donde el mar pierde importancia.

lunes, octubre 22, 2007

Nostalgia por Mérida

Extraño todo, si pudiera, volvería. ¿Pero, extrañar todo, no equivale a estar ahí todo el tiempo, con la ventaja de que nada cambia? El recuerdo está fuera el tiempo.

Juan García Ponce.

lunes, agosto 06, 2007

Roberto Fernández Retamar

FELICES LOS NORMALES

Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.

Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

jueves, julio 26, 2007

Rubén Bonifaz Nuño

J

Ningún otro cuerpo como el tuyo
Vino a salir sobre la tierra,
Porque él eres tú. Domingo diario,
Simposio y lecho y mesa puesta
Para los sentidos no platónicos.

Sin verte ni oírte, voy formándole
El molde de un instante tuyo;
El estuche justo, tu morada.
Espacio puro, impenetrable,
Donde guardarlo aprisionado.

Siguiendo los innumerables
Peldaños infinitesimales
De tu olor, bajando y ascendiendo,
Las superficies reconozco,
Maravilladas, de tu cuerpo.

Hueles a escollo soleado,
A huertas en la sombra, a tienda
De perfumes; a desierto hueles,
A tierra grávida, a llovizna,
A carne de nardo macerada,
A impulsos de ansias animales.

Y cada aroma halla respuesta
En un sabor que lo sostiene,
Y el regusto de la sal, el agrio
Del fruto en agraz; dulcísimo,
El del fruto maduro y pleno,
El amargor donde floreces,
Mezclándose, ardiendo, disolviéndome;
Hacen de ti un sabor; el único
Sabor, el que te vuelve en suya.

Y con él completo la armadura
Del perfecto espacio: tu recinto
Inequívoco, el sitio de ti misma.

miércoles, julio 11, 2007

Última luna, Reinaldo Arenas

Por qué esta sensación de ir a buscarte
hacia por donde mucho que vuele
no he de hallarte.
Qué terror sin tiempo ahora me impele
a por sobre tanto terror siempre evocarte.
No ha de encontrar sosiego nuestra pena
(qué hallarlo sería comenzar otra condena)
y por lo mismo jamás cesaré de contemplarte.
Luna, una vez mas aquí estoy detenido
en la encrucijada de múltiples espantos.
El pasado es todo lo perdido
y si del presente me levanto
es para ver que estoy herido
(y de muerte)
porque ya el futuro lo he vivido.
Ésa, indiscutiblemente, ésa es la suerte
que por venir del infierno arrostro.
Extraña amante,
sólo me queda contemplar tu rostro
(que es el mío)
porque tú y yo somos un río
que recorre un páramo incesante,
circular e infinito:

un solo grito.



lunes, julio 02, 2007

Infinita Noche

"Para la tarea del artista la ceguera no es del todo una desdicha: puede ser un instrumento."

"Quien es poeta lo es siempre, y se ve asaltado por la poesía continuamente."

"Un escritor, o todo hombre, debe pensar que cuanto le ocurre es un instrumento; todas las cosas le han sido dadas para un fin y esto tiene que ser mas fuerte en el caso de un artista. Todo lo que pasa, incluso las humillaciones, bochornos, las desventuras, todo eso le ha sido dado como arcilla, como material para su arte; tiene que aprovecharlo."

"Por eso yo hablé en un poema del antiguo alimento de los héroes: la humillación, la desdicha, la discordia. Esas cosas nos fueron dadas para que los transmutemos, para que hagamos de la miserable circunstancia de nuestra vida, cosas eternas o que aspiren a serlo."
Jorge Luis Borges.