martes, julio 05, 2011

De Mérida, roto de Miguel Ángel Cocom Mayén

De Mérida, roto de Miguel Ángel Cocom Mayén[1]

Tomás Ramos Rodríguez

Miguel Ángel Cocom Mayén nos entrega De Mérida, roto (2011), su primer libro de poesía. La obra nos permite ver en el poema “Se me quiebra la tinta”, la imagen de Dios y nos preguntamos si esta imagen se remite a la poesía o si se refiere a la mujer amada. Él menciona “Se que la poesía/ es inútil/ hasta que se emplea” poniéndonos a pensar si la poesía tiene una utilidad material, cosificable o que el poeta Miguel Ángel Cocom le da uso como herramienta para hacer más llevadera la existencia en esta vida; no sabemos si estamos frente a un suicida o un poeta, la tinta quebrándose, o más bien, derramándose o dejándose ir como un mar acaudalado es lo que nos lleva al otoño que inicia su manifestación en la hoja.
Para los vanguardistas y para Vicente Huidobro el poeta era el Dios, vemos en la intención del autor el pretender posicionarse como un autor que quiere ir contra la corriente y que pretender crear un lenguaje para luchar contra la realidad.
Óscar Oliva nos decía hace unas semanas que la poesía mexicana es una poesía desgastada en la actualidad y que tiene que ir en búsqueda de otros caminos para que puedan abrirse nuevas formas de comunicación, nos dijo que “la poesía es una manera de expresar, de comunicar; es un reflejo, un sentimiento, una transformación del lenguaje que hablamos todos los días. Es una expresión de las transformaciones que se dan día a día en la sociedad global en la que vivimos. Él decía, parece que la poesía mexicana ya no da para más, incluso la suya. La poesía no refleja una serie de acontecimientos actuales y el vértigo que producen estas realidades. Ante esta situación debe contraponerse una poesía abierta que rompa con lo que existe”.
         “Cansado ya de Azul” es otro poema que nos remite al nicaragüense Rubén Darío. Miguel Ángel parece ir contra el movimiento más importante de América Latina; el Modernismo. Parece que va en contra de la estética renovadora de la poesía latinoamericana que marcó una etapa de madurez frente al neoclasicismo y el romanticismo hispanoamericano. Sin embargo, marca el motivo amoroso como lo que impulsa el azul de los ojos de la amada, cuando menciona “además de tu olor/ de gaviota que reposa/ de su vuelo en espiral.” Nos deja ver el elemento crucial que navega en el mar de su poesía: el silencio. Miguel Ángel
Cocom dice “Pueden ser múltiples cosas. Pero más que nada, es tu silencio el que me llama.” Podemos ver que busca volver a donde no se está, donde lo que se tuvo sin consciencia se perdió al tomar esa consciencia, es como si desease la luz para mirar y al llegar ésta, le trajera la ceguera que le impedirá ver para siempre. Su poesía se refiere a un apóstrofe todo el libro De Mérida, roto, el autor utiliza las estrofas como unidad, como imágenes interpuestas, voces intercaladas, siempre hacia una segunda persona a la que hace hablar en su poesía. En esta composición notamos como en momentos podemos tener estrofas que podrían ser greguerías como las escritas por Ramón Gómez de la Serna, quien fue parte de la vanguardia en la Generación del 27 española.
La literatura y la poesía también se basan de préstamos y despojos de la realidad, siendo que el autor parece se apropia de la voz de la mujer que le recrimina la poesía que escribe desde su juventud, pero será el discurso por el cual caerá rendida a él. Se observa como la piel de la amada discurre por los dedos que escriben los poemas de ésta obra, tenemos la piel como acueducto donde el agua, siempre el deseo, se resbala, humecta, nutre; añoranza del poeta por lo que no se tiene pero que se crea al anhelarlo y burlarse de lo mismo. Encontramos la sensorialidad del poeta cuando menciona la piel depositada en el tacto, el color en el azul y el olor en el mar, en la salinidad de la vida plagada de formas en el poeta. El cuerpo de ella, entra y sale por los ojos del que ama, por los ojos de quien ve y describe con naturaleza la búsqueda erótica en la alteración de las formas sintácticas de la redacción y habla cotidiana.
El poema “Tigres de sombras” nos lleva a pensar en el poeta mexicano Eduardo Lizalde, “Contigo, / contigo marcha la espuma, / clara y altiva/ aunque, como tú, espume a ras del suelo.” Pero el poeta sentencia “Tu cuerpo, / mi tótem, / se me entra/ entero/ por los ojos/ y se me sale/ incompleto/ por la pluma.” Vemos a Ulises, vemos el “tú” que aparece constantemente en la figura femenina. “Ahí eres tú” nos entrega su poética, “¿Qué putas digo?/ Poesía es lo que chorrea/ del tintero de cuerpo. / La luz que sobra/ del cardumen negro de tus ojos. / El olor de tu cuerpo/ cuando llueve. / La fuga de sonidos/ cuando amamos.”
        Encontramos los principios éticos del poeta, su poética que va desde la poesía que refuta hasta con la que va acorde. Utiliza el Hipérbaton ocasional para romper con el ritmo de la lectura en un sentido lúdico, con ironía y parodia; es decir, es una lírica desnuda pero que se esconde en el humor. Vemos la aparición de la figura “Mérida / Mar / Roto (rotación)”. En el poema “El mar” vemos su poética asentada, podemos pensar también los grandes poemas que han hablado sobre el mar como “El cementerio marino” de Paul Valery, cosmos con el discurso siempre cimentado en el apóstrofe.
Miguel Ángel tiene una voz lírica distante de una voz queer, el autor no es una voz queerizante, sino una que se mantiene rondando en los espacios de la heteronormatividad por los arquetipos fijos en que se mueve la masculinidad del hablante. A lo largo de los poemas existe una división entre lo amoroso y lo irónico, observamos la ironía como recurso para la verosimilitud.
Como herramientas para el desastre, debemos apuntar la voz femenina como contrapunto de la voz masculina. También debemos resaltar el constante carácter lúdico del libro en momentos, pero para el futuro también es recomendable hacer a un lado el abuso de la voz femenina y el despecho a ella para dejar que la poesía respire por sí misma. Podemos decir que Miguel Ángel Cocom Mayén es un poeta vanguardista. Digo vanguardista… con las consecuencias que pueda llevar el querer autodefinirse de este modo con el peligro de rayar en la arbitrariedad en el código literario lejos del hecho de experimentar. La ironía resalta como recurso para la verosimilitud, pero el asunto poético se dimensionaría más si el poeta centrara su visión en los objetos del mundo y se alejará un poco del “tú” amoroso, pues el “tú” en algunos momentos oscurece el asunto poético, el verdadero conflicto del poeta. No hay que apostar toda la imaginación poética en la versificación de sustantivos como “silenciar”, “poemar” y “alear” en vez de aletear; así como la “esdrujulación” de los verbos para hacerlos adjetivos, como “liquida” a “líquida”.
Pensamos que es necesario llevar al máximo las capacidades del poeta y su lenguaje, de trabajar más en estos elementos e irse al límite de sus recursos líricos para crear un nuevo lenguaje que crezca del anterior y devele las circunstancias que solamente la poesía depositada en una forma nueva puede decir. Como mencioné al inicio hay que recordar las palabras de Óscar Oliva cuando dice que “los poetas mexicanos deben abrirse a nuevas maneras de ver el mundo y encontrar otros espacios. Ya no podemos tener los ojos en el siglo pasado, cuando no existía el Internet. No podemos hablar de nuestros amores o fracasos si estamos situados todavía en una concepción del mundo ideológica, filosófica, incluso política, como la tuvimos en los 60 o 70. Tiene que darse una ruptura.”
Para concluir, podemos decir que Miguel Ángel Cocom Mayén es un poeta que vive en el nihilismo de quien no cree en la vida y el amor, pensamos en sus poemas “Natalia”, “Hijita” y “Nació a la sombra” como una poesía cargada de humanidad, llena de la visión de un poeta que se despierta humano luego de descubrirse como un espectador del tiempo que se ha mantenido mudo ante las palabras de la amada que solo le transmiten silencio, en el cual pudo escuchar el llamado del incendio, aunque equivocadamente diga que no sabe incendiar. Cada acto poético es un acto de mundo y Miguel Ángel Cocom Mayén es un poeta en la búsqueda de un lenguaje que le responda a las necesidades de su tiempo y su persona, la vida parece manifestársele rápidamente y no puede retenerla. Le damos la bienvenida en este primer intento de autor que navega en la fortuna de quien se siente perdido desde el momento de nacer, formando parte de quienes no forman parte en ningún sitio. Agradecemos esta publicación a manos del Instituto de Cultura de Yucatán en coedición con el CONACULTA, donde agradezco también al Subdirector General de Literatura y Promoción editorial Mtro. Jorge Cortés Ancona, al Consejo Editorial del Instituto de Cultura de Yucatán y al Director del Instituto de Cultura de Yucatán, C. Renán Guillermo González, por el apoyo y el acertado impulso a las publicaciones de los jóvenes escritores de nuestro estado durante esta gestión. 




[1] Texto leído en la presentación del libro De Mérida, roto de Miguel Ángel Cocom Mayén el día 18 de junio de 2011 en la sala de arte del Teatro “Armando Manzanero” en Mérida, Yucatán.