Cuando las montañas Organ quedan rojas por el sol de la tarde salgo de Breland Hall y camino hacia Corbett, sigo hacia Monague Hall, Garret, llegando al semáforo para esperar y cruzar la calle y doblar a la derecha hacia la gasolinera. Veo atrás la calle Locust, a la gente saliendo del trabajo, o los hindús caminando hacia Campus Suites, mientras calles como Jordan, Solano, Hagerty o El Paseo alargan tanto mi mirada hasta Knox Hall, desapareciendo mi pensamiento en el cansancio del día, en el ocaso de tantas prisas. Las montañas en el fondo traen un frío agradable que entume la cara haciéndome disfrutar del camino mirando a quienes se me adelantan en sus bicicletas: cambia el semáforo y cruzo la calle. Pasan los ciclistas, los skates, los peatones, la gente hundida dentro de sus abrigos negros, y el Campus empieza a descansar cuando las luces amarillas se asientan en el asfalto del estacionamiento. En
sábado, mayo 09, 2009
La despedida
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2 comentarios:
Qué chingón y qué melancólico.
Saludos, Tomás.
Si, Tomy, esta "casi muy bueno".
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